Terapia con Ventosas

Las ventosas succionan piel y músculo para favorecer la circulación sanguínea y linfática

La Terapia con Ventosas la realizo en el momento del masaje y favorece el movimiento de tus fluidos. La utilizo para ayudar y mejorar el drenaje linfático y sanguíneo, así como para eliminar las toxinas que contienen tu sangre y tu linfa.

Pero con la Terapia con Ventosas trato, además, contracturas y dolores por enfriamiento del cuerpo, fortalezco los tendones y reduzco edemas. También la empleo en tratamientos antiinflamatorios y analgésicos, para eliminar tu exceso de grasa, tu retención de líquidos y tu estancamiento sanguíneo. Lo uso, además, si observo que tienes dificultades respiratorias.

La Terapia con Ventosas, masaje con ventosas o Cupping proviene de la medicina tradicional china (206 a. C-220 d. C.). Si bien hay constancia de que también la utilizaron los árabes y los egipcios. En la Antigua Grecia (1200 a. C-146 a. C.), Hipócrates y Galeno defendieron sus numerosos beneficios. En Europa, los médicos comenzaron a utilizarla en la Edad Media y en América, a principios del s. XIX.

Las ventosas se fabricaban de bambú, arcilla, cerámica y bronce, aunque actualmente son de vidrio o de plástico con bomba de aspiración. Cuando son sustituidas por tazas de porcelana, se habla de ‘terapia de tazas chinas’.

Consiste en la aplicación de ventosas sobre la piel, con las que se hace el vacío, succionando la piel y parte del músculo. De esta forma, se abren los poros y se favorece la circulación sanguínea y linfática.

Como primer efecto, y tal vez el más importante, a la Terapia con Ventosas se la asocia una reducción del dolor o analgésica. Esto se consigue a través de la mejora del flujo sanguíneo local con lo que se potencia la llegada de nutrientes y oxígeno a los órganos, y la retirada de productos de desecho. Todo esto tienes un efecto desintoxicante y depurativo sobre el organismo. Además, produce una liberación muscular, mejorando el deslizamiento entre los distintos tejidos.

Los ventosas se pueden fijar a la piel del paciente o se pueden mover lentamente. Esto último se conoce como masaje con ventosas. Su efecto es similar al masaje de tejido profundo.

Generalmente, las ventosas se dejan durante tres a cinco minutos. Las marcas ocasionadas con el tratamiento desaparecen aproximadamente en un par de días o en una semana a lo sumo. Y de forma muy similar a un moretón normal, no dejan ningún efecto estético negativo.