Moxibustión

La técnica del calor sanador de enfermedades y equilibrador de funciones fisiológicas

Con la Moxibustión te trato dolores articulares o por mala circulación sanguínea, lesiones deportivas y artritis, principalmente. Pero, en términos generales, me sirve para prevenir tus resfriados o gripes y tratar tus enfermedades agudas o crónicas mediante la aplicación de calor favoreciendo la circulación de la sangre y de la energía.

La Moxibustión ayuda a eliminar el frío y tu humedad internos, y activa las funciones orgánicas. Por lo que, también es muy eficaz a la hora de tratar problemas metabólicos o del sistema inmunológico, digestivos, diarreas o estreñimientos, ginecológicos, de obstetricia, dolores menstruales, sofocos durante la menopausia, cansancio o fatiga, falta de concentración o memoria y disfunción sexual, entre otros.

Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco (2010), la Moxibustión o Mokusa es un tratamiento que forma parte de la medicina tradicional china (475 a. C.-221 d. C.). Conocida en occidente a partir del s. XVII, gracias a los viajeros y a los monjes jesuitas, se basa en la Teoría de los Canales. Esta hipótesis establece que el cuerpo cuenta con un sistema de redes comunicantes, meridianos, por donde fluye la sangre y la energía. Y las enfermedades o las dolencias son debidas al desequilibrio del cuerpo y las energías, afectados por factores tanto ambientales como emocionales.

Para reequlibrarlos, la Moxibustión utiliza la raíz prensada de la planta artemisa vulgaris, altamisa o hierba de San Juan a la que se da diversas formas. Una de las más conocidas es la Moxa que tiene apariencia de cigarro puro o de cono.

La artemisa posee aceites esenciales, vitaminas A, B, C y D, además de taninos, potasio, hierro y magnesio. Antiguamente, era una planta sagrada. Distintos pueblos de América la tenían como la panacea universal. En Europa, era considerada una planta mágica y se colocaba bajo la almohada para provocar sueños.

Tradicionalmente, se la ha conocido como la ‘planta para la mujer’, porque se utilizaba para regular los ciclos menstruales y sus dolores, para fortalecer la matriz o para ayudar a recuperarse del parto. Pero sus propiedades son muchas más: digestivas, antiinflamatorias, antimicrobianas, anestésicas, etc.

La forma más conocida y utilizada de Moxibustión es la indirecta, es decir, aproximando la Moxa a la zona a tratar, pero sin tocar la piel en ningún caso. Conlleva menos riesgos y, además, no supone ningún tipo de dolor para el paciente.

Después del tratamiento, es fundamental relajarse, no hacer actividades físicas ni intelectuales y no comer o beber nada, en particular cosas frías.