Masaje Relajante

Cómo alcanzar el bienestar físico y mental bajando las ‘revoluciones’ del sistema nervioso

Con el Masaje Relajante consigo desconectar todo tu cuerpo. De hecho, me aplico en relajar tu musculatura hasta el punto idóneo de que reposes tu mente.

No trato tus dolencias, por así decirlo, aunque indirectamente el Masaje Relajante provoca mejoría en problemas musculares leves como dolores en la región lumbar y cervical. Y en caso de no ser leves, optaría mejor el Masaje Terapéutico.

Un buen Masaje Relajante ayuda a personas estresadas, como bien puede ser tu caso, y alivia a quien esté padeciendo un proceso de ansiedad.

El contacto que te proporciona este masaje suele ser muy beneficioso si sufres depresión. También, para quienes pasan muchas horas sentadas o de pie y puedan tener problemas leves de circulación o retención de líquidos, ya que los pases estimulan estas cuestiones.

La técnica manual consiste en manipulaciones firmes pero suaves, y toques poco profundos y efectivos a nivel muscular. Así, sin provocarte dolor alguno, obtengo tu relajación corporal. Sólo entonces, tu cerebro afloja sin condiciones y alcanzas un estado de total bienestar hasta el punto de poder dormirte.

Un ambiente acogedor, con una temperatura y música agradables, son fundamentales en el Masaje Relajante. Y si durante su aplicación empleo aceites esenciales, sus aromas transportan tu cuerpo y tu mente al relax total.

El Masaje Relajante consiste en la manipulación de las capas superficiales del músculo y el tejido conectivo para mejorar la función y promover la relajación y el bienestar. Entre los tejidos objetivo estarían los músculos, tendones, ligamentos, piel y articulaciones, así como los vasos linfáticos.

Se trata de una técnica manual milenaria que existe en casi todas las culturas. Escritos sobre el Masaje Relajante se han encontrado en muchas civilizaciones antiguas como Roma, Grecia, India, Japón, China, Egipto y Mesopotamia. En uno de los cuatro famosos libros del Emperador Amarillo o Huangdi, que reinó desde 2698 a 2598 a. C. y a quien se le atribuye haber amparado la invención de la Medicina, se recomienda el “masaje de la piel y la carne mediante la aplicación de presión en el abdomen” para alcanzar el bienestar y la calma.

Todo masaje tiene un fin y es encontrar el equilibrio, la salud. Cuando se realiza un Masaje Relajante, la búsqueda se centra en el sistema nervioso, en bajarlo de ‘revoluciones’. Se trata de aliviar la tensión y conseguir un estado físico y mental en el que la persona siente el buen funcionamiento de su actividad somática y psíquica.